30.1.18

Estoy triste. No me apetece hacer nada. Ni hablar con nadie, ni preparar nada ni corregir nada. Me da todo igual. Me aburro en el trabajo, no me inspira, no me motiva. Voy con el piloto automático puesto. La mayoría de grupos, a los que no les interesa en absoluto lo que les cuento, no hacen más que desmotivarme aún más.

No quiero hablar con nadie. Se me niega la atención y el cariño. Todo está muy lejos. Cada vez más lejos. Sólo compromisos y responsabilidades y deudas. Nada a lo que agarrarse para seguir un día más. Simplemente sobreviviendo.

A ella "no le salen" los besos. Ni los mimos, ni las atenciones. Ni el interés por mí. Me siento un gilipollas. ¿Nadie puede mirarme con deseo sin estar a 400 km de mí?

Quiero que me rescaten.

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