29.8.05

Distancias

Las distancias marcaron siempre mis relaciones sentimentales. Sophie siempre guardó una distancia entre nosotros que tras años había adquirido nombre propio: se llamaba Metrópolis. Cuando la volví a ver, fue en una fiesta de un amigo común, en una finca rústica en las afueras. La gente bebía y se divertía al compás de la música en la piscina, era pleno verano. Cuando vino a saludarme en topless fue la constatación definitiva de que había algo en todo aquello que no me gustaba nada. Aún menos me gustó cuando me dijo que había conseguido "neutralizar" una de esas distancias que nos separaron con un nuevo -como diría un amigo pintor- "fucking buddie".

Amelia era también distancia: distancias de boomerang, que iban y venían, distancias anímicas de acercamiento y de frialdad, y también distancias insalvables, no sólo físicas, como en todas las relaciones que había tenido, sino de costumbres. Apasionada e inteligente, algunas de esas distancias acabaron el trabajo que nunca empezamos. Esa oportunidad amagada pero no conseguida iba a perseguirme durante mucho tiempo, porque los afectos de alguien como yo no son huellas en la arena, sino más bien cinceladas en el bronce.

Lidia aguardaba en la distancia una aproximación que nunca sabíamos si iba a producirse; nos alejaban unos pocos mundos que se destruían cuando ella reía. Distancias como las que me separaban de Rizos, distancias que parecían circunstancias del destino para poner a prueba nuestra paciencia o simplemente nuestra ingenuidad. Distancias que siempre odiaré a muerte.


Suena: The Gathering - Souvenirs.

24.8.05

Aliens

Llevo cuatro días con una especie de alien en el estómago. No me apetece comer por temor a sus represalias, pero también me siento débil. No sé si todo es por lo que cené el viernes pasado, pero lo más probable es que sea la marca de Caín* manifestándose de forma más virulenta y ostentosa de lo acostumbrado.
Me gusta la tranquilidad de la redacción cuando se va vaciando y el rumor de las voces y los teléfonos se va apagando, cuando sólo quedamos la sección de cierre y yo, navegando en la noche eterna e los fluorescentes, esperando a darle la puntilla a la edición y poder largarnos a casa, conduciendo por una ciudad muerta que espera otra oportunidad de redención dentro de unas horas.
Hay días en lo que me siento inútil, en que sé que estoy hecho para estar solo. Le fallé a M., no pude darle lo que quería, ni a L. lo que hubiera deseado de mí, ni a L2. entregarme como ella habría querido, e incluso antes de conocerlas, sabía que nunca podría ser el tipo de hombre que N. o S. querrían. ¿Quién quiere a un tímido irredento, cuya idea de diversión es sinónimo de aburrimiento para sus allegados, que vive en un mundo de libros, encaramado en una torre de marfil, escupiendo en la distancia, intentando vivir con una soledad mal llevada? ¿Un tipo que cree que aún podrá servir de algo escribirle un poema a una mujer? Nadie.
Mi única fidelidad es la que me tiene Caín.

Suena: Illapu - "Tristeza incaica".

*Prefiero llamar así al colon irritable, porque un mal tan nefasto como ése no se merece un nombre tan irrisorio.

18.8.05

Teoría de la inmovilidad

Severance,
The birds of leaving call to us,
Yet here we stand
Endowed with the fear of flight
.

Overland
The winds of change consume the land,
While we remain
In the shadow of summers now past.

When all the leaves
Have fallen and turned to dust,
Will we remain
Entrenched within our ways?


Indifference,
The plague that moves throughout this land
Omen signs
In the shapes of things to come.

Escuchar la voz de Brendan Perry salmodiar lo de "When all the leaves/have fallen and turned to dust" es verdaderamente una manera de darse cuenta de que el tiempo lo destruye todo.

Con todo, yo también sigo en ese verano destruido por el tiempo.

Suena: Dead Can Dance - "Severance".

14.8.05

Just another day

El jefe le mira con su habitual sonrisa nerviosa y le pide si trabaja el domingo. Le contesta que no. Le dice que entonces es muy conveniente que se pase por la oficina para empezar a aprender a manejar el cierre. Magnífico, toda la semana esperando para esto, piensa. Más tarde, se cruza con N. y ésta le dice que le conviene ir a la playa, que está muy pálido. ¿Tanto se nota?. Sí. Verás, es que hace más de un año que no voy a la playa. Odio pringarme de arena y, además, sin novia aún me apetece menos. Y luego está la masificación de las playas... asarse dentro del coche... ¿Qué contestar? La verdad es que, dice finalmente, sí, tendría que ir. Sonrisas nerviosas.
Una hora o dos más tarde, liado entre papeles y unidades de pc defectuosas, N. consulta algo cerca de su mesa. Lo de la playa, le dice en un amago que le cuesta horrores pronunciar. Si quieres podemos ir los dos juntos. La sonrisa enigmática de la esfinge vuelve a asomar entre los labios de N. Sí, esa sonrisa indescifrable que condena a todo el género al que él pertenece. Sí, sería posible, dice ella, pero tendrías que bajar a la cala donde voy cada fin de semana.
La conversación termina un tanto lánguidamente; él decididamente ya no sabe qué contestar. Más tarde ella se va sin decir nada, sin acaso recordar lo que para él ha sido algo francamente duro de hacer. Bah, qué más da. Qué hago yo en la playa con ella. En ese momento piensa la escena y la ve inverosímil. Quizá es el clásico recurso psicológico de poner una excusa para sobrellevar una decepción.


Suena: The Passion of the Covers - A tribute to Bauhaus.

7.8.05

Finding neverself

Esto es Nunca Jamás

Hace mucho tiempo escribí un relato muy breve en el que el protagonista subía con una chica a un promontorio donde se dominaba una vasta llanura. Allí, como si fuera un nuevo Satán tentando a Jesús, le ofrecía todo lo que a la vista se ofrecía: la llanura estaba llena de ciudades mágicas, castillos, dragones, aparatos voladores, torres futuristas. El chico le ofrecía su mundo, todo aquello que albergaba su portentosa imaginación lo postraba ante los pies de la chica que quería. Deseaba hacerla reina de ese reino. Pero ella se limitaba a mirarle con ojos tristes y a decirle que aquello no era para ella y que, vamos, debía de ser un poco rarito, al tiempo que empezaba a descender la ladera por ponde habían subido. El chico, entonces, sabiendo que no había nada que hacer, se lanzaba al vacío. Era un relato de adolescente, muy trágico, muy romanticón. Qué puede escribirse con 15 ó 16 años si no se es Rimbaud.
Cuando vi "Descubriendo Nunca Jamás", buscando una película que hablara sobre literatura y fin de siglo, encontré esa sensación que transmite un alma noble en sus obras, un escritor cuyo mundo le hace más grande, más poderoso. Detrás de James Barry, como una aureola fantasma, flota la grandeza de su propio universo, de la salvación a través de la imaginación. No es escapismo: es simplemente otra forma de ver el mundo sin tenerte que pegar un tiro o precipitarse al vacío, como el protagonista de ese relato bobo que perpetré. Un hombre así a qué más puede aspirar.
[Supongo que cada vez soy más viejo y estúpido, porque con esta película me harté de llorar. Parece que esto de poner a Kate Winslet llorando se está haciendo recurrente. En cuanto baje a Palma, me compro la edición de Valdemar de "Peter Pan".Aunque sea a través de una mentirosa película de Hollywood, este hombre se ha ganado mi respeto.]

Suena: The Cure - "Boys don´t cry".

4.8.05

Aforismos

· Hay que saber conducir muy bien hasta para estrellarse. Como siempre, Fx me deslumbra con esas respuestas rápidas, casi sin pensar, cargadas de ironía. Admiro su agilidad mental, como aquella vez que, tomando algo en un bar, se acerca un pedigüeño y le dice: "por favor... no tengo brazo", y él le contesta: "yo tampoco".

· Asimetría no es caerse. Puede que ahora no le encontréis significado, pero algún día lo haréis. Yo al menos he olvidado a qué venía, pero sé que en ese momento estaba clarísimo que lo que decía Rors era así. Y no, no ibamos bebidos, pero casi. A lo largo del tiempo, Rors me ha dado buenos consejos, pero éste es el más zen de todos ellos.

· Métete en hielo y sal candente. Es de Cristóbal Serra, pero siempre me acuerdo de esta línea suya por Fx, que la incluyó en uno de sus libros. Me parece simplemente genial.

Quisiera dejar para la posteridad ni que fuera un solo verso que fuera memorable. Aunque fueran siete u once sílabas que quedarán grabadas en el cosmos, un incipit genial, una contribución a todo lo que amé en esta vida resumido en un puñado de palabras. Qué dulce final.

Suena: Dead Can Dance - The Serpent´s Egg.

Objetivos del año

Decíamos hace un año: · Dejar el tema académico . Centrarse en el cómic. Lo demás no tiene sentido. Publicar algo más de cómic. ¿Lo he c...