Revolvía entre mis fotos, pensando un poco los abismos que abre el pasado y se engulle sin reparos. En una de ellas, te contemplé y me maravillé de lo bien que la naturaleza había hecho su trabajo. Ni tan siquiera había tomado yo la imagen, fuiste tú sola; yo sólo la retoque y la puse en un determinado contexto. Ahí estabas: preciosa, radiante, sin parangón. Acababas de romper la barrera del Tiempo con tu belleza. Porque los años pasarán, nosotros pasaremos como si no hubiéramos existido, pero esa imagen quedará: esos ojos de Venus que miran descarados al espectador, esa media sonrisa que insinua una travesura, esa cabecera -lo sé, debilidad mía- de cama modernista... Esos 20 años de tu juventud quedarán para siempre. Y podrá pasar el tiempo, pero todos los que la vean pensarán lo hermosa que era la modelo que posó para esa foto, el amor que destila su mirada, sentirán el escalofrío del Arte sacudiendo todo su ser. Y cuando ni tú ni yo seamos las mismas personas que se conocieron (ya no lo somos, para qué mentir), y sus vidas les hayan llevado dios sabe dónde, esa imagen seguirá ahí, testigo de la única manera en que el ser humano es inmortal. Y pensaré que sólo por esa imagen valió la pena conocerte, quererte y finalmente dejarte volar libre.
Suena: Aphrodite´s Child - "Valley of Sadness".