La abrí y esto fue lo que me encontré:
Entonces le dejó el diablo, y los ángeles llegaron y se pusieron a servirle.
Para que una profecía sea tal, tiene que ser ambigua e incluso contradictoria. Y bien que lo veía yo, porque en ese momento, el versículo de Mateo podía significar cualquier cosa. Y al final del día no había significado eso, sino todo lo contrario.
Suena: una oscura canción de Nick Cave (como diría mi buen M.)
1 comentario:
La clave está en ti, no está en libros recompuestos de historias de diferentes mundos; si no lo crees piensa en quienes esperaban a sus dioses vestidos de sol y encontraron sólo ladrones de oro
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