Parecía una especie de maldición, un juego de la oca macabro que me devolvía sobre mis pasos a un estado inicial, para mi locura y abatimiento. Y me hacía pensar qué es lo que hacía mal, o si era simple y mala fortuna, si era porque a veces no somos capaces de ver lo que realmente nos conviene, o si es sólo miedo, o si es simplemente porque somos egoístas y no queremos cambiar... La cuestión es que aquí estoy, una vez más. Y me duele tanto que hasta las paredes se doblan por el pesar. Porque esta vez no le puedo dar la culpa a terceros (o quizá sí), pero tampoco a nosotros, pero me aflige tanto el peso de todo aquello que siento y que ahora he de desterrar que no sé si voy a poder. No soy lo suficientemente fuerte.
Suena: Ordo Rosarius Equilibrio - It Was the Day of Lucifer Rising.